A finales de 2020, las finanzas descentralizadas (DeFi) se posicionaron como tendencia, permitiendo a individuos ser su propio banco sin intermediarios. La posibilidad de obtener intereses atractivos, prestar dinero y gestionar fondos de forma accesible 24/7, sin aprobaciones burocráticas, capturó la atención.

En 2021, la explosión de NFTs, el metaverso y videojuegos basados en blockchain marcó una nueva ola. Las personas reconocieron el valor de la propiedad digital, abandonando horas de juego sin beneficio económico. Con NFTs y contratos inteligentes, surgieron recompensas que podían ser comercializadas en mercados secundarios, generando beneficios por la dedicación a estas experiencias digitales. A medida que la comprensión de los beneficios de las nuevas tecnologías se generaliza, la adopción gradual se vuelve inevitable.

Este fenómeno se replica en el ámbito de las ciencias descentralizadas (DeSci), pues los científicos experimentan desafíos similares a los que enfrentan los usuarios en las finanzas y videojuegos tradicionales. Esta analogía destaca cómo la descentralización puede superar obstáculos, ofreciendo una perspectiva más eficiente y accesible en el ámbito científico.

Las DeSci como solución

Consideremos la salud como nuestro activo más invaluable, ya que sin ella, carecemos de todo. De manera análoga, la preservación del medio ambiente se erige como una prioridad crucial. Sin embargo, el progreso en ciencias y biotecnología —factores esenciales para la mejora de nuestra calidad de vida como especie humana— ha experimentado retrasos y obstáculos.

Estos no se deben a la falta de recursos o científicos competentes, sino más bien a intereses económicos particulares que, respaldados por estructuras centralizadas, han frenado el avance científico. La carencia de financiamiento adecuado también ha estancado la investigación, dado que la ausencia de respaldo financiero impide la realización de estudios profundos y sostenibles. Este financiamiento, lamentablemente, suele ser determinado de manera selectiva por unos pocos individuos que, en muchos casos, priorizan sus intereses económicos personales por encima del bien común y el avance científico.

Las ciencias descentralizadas (DeSci) se perfilan como la solución a los desafíos inherentes a la centralización en la investigación científica. Al descentralizar el proceso, el financiamiento de investigaciones ya no recaerá en manos de unos pocos, sino que será determinado por millones de individuos. Esta democratización permitirá a cualquier persona invertir en investigaciones que consideren cruciales para el avance, obteniendo beneficios a cambio.

Este enfoque no solo allana el camino para innumerables proyectos científicos innovadores, sino que también abre las puertas para la participación de individuos, sin importar su posición económica. La posibilidad de contribuir y beneficiarse directamente de avances científicos representa un cambio significativo en la dinámica tradicional, donde la toma de decisiones estaba concentrada en unos pocos. En este nuevo paradigma, la ciencia se convierte en una empresa colaborativa, en la que la diversidad de ideas y la participación activa de la comunidad impulsan una innovación más dinámica y equitativa.

Las DeSci podrían convertirse en una tendencia en 2024 debido a varios factores clave. En primer lugar, la creciente conciencia sobre las limitaciones de la centralización en la investigación científica y biotecnología ha llevado a una búsqueda de modelos más inclusivos y eficientes. La descentralización permite superar barreras financieras y de toma de decisiones , fomentando un enfoque más democrático.

Además, la experiencia positiva de descentralización en áreas como finanzas y tecnología blockchain ha generado confianza en la efectividad de este enfoque. Las personas están cada vez más dispuestas a explorar soluciones descentralizadas para abordar problemas fundamentales, como la salud y la preservación del medio ambiente.

La posibilidad de que cualquier individuo, independientemente de su capacidad económica, contribuya y se beneficie de avances científicos también es un fuerte motivador. La participación global en la toma de decisiones sobre investigaciones científicas puede llevar a una diversificación de ideas y enfoques, impulsando la innovación de manera más efectiva que los modelos centralizados.

En un mundo donde la rapidez de los avances científicos es esencial para abordar desafíos globales, las ciencias descentralizadas ofrecen un camino hacia una investigación más ágil y colaborativa. La tendencia hacia la descentralización en otras áreas sugiere que esta filosofía podría extenderse naturalmente al ámbito científico en 2024, marcando una nueva era de innovación y progreso impulsados por la participación global y la distribución equitativa de recursos.